miércoles, 2 de diciembre de 2015

Cuidados de enfermería en pacientes diabéticos


LA DIABETES



La diabetes es un grave problema global que afecta a unos 366 millones de personas en todo el mundo. Cada año, esta enfermedad acaba con la vida de casi cuatro millones de personas, y se estima que el número total del muertes relacionadas con la diabetes aumentará en más de 50% durante los próximos 20 años. Al menos el 50% de todas las personas que padecen esta enfermedad no son conscientes de su enfermedad y en algunos países esta cifra se eleva al 80%.

Muchos de estos casos se debe a no llevan a cabo un correcto control de su enfermedad además de no modificar los hábitos de salud en el caso de los diabéticos tipo 2.

Algunos de los factores de riesgo que llevan a padecer esta enfermedad son: la obesidad, la hipertensión arterial, el síndrome metabólico, el tabaquismo, la ingesta de alcohol diaria y el sedentarismo.




¿Qué es la diabetes?

Se trata de aquella situación en la que los niveles de azúcar en la sangre están elevados. 



Hipoglucemia: nivel de glucemia en 55mg/dl o menos.
Normoglucemia: nivel de glucemia entre 70 y 100 mg/dl en ayunas.
Hiperglucemia: nivel de glucemia superior a 100 mg/dl en ayunas.

¿Para qué sirve la glucosa?

La glucosa es la principal fuente de energía para el cuerpo humano. Nuestras células necesitan esta energía para estar en activo, mantener las funciones vitales, mantener la temperatura corporal y los movimientos musculares.
Los alimentos se transforman en nutrientes como hidratos de carbono que luego se van a degradar en el elemento básico, la glucosa. Estos alimentos transitan por el tubo digestivo y, al llegar al intestino delgado, la glucosa pasa al torrente circulatorio y de ahí a las células.
La sangre es la la encargada de transportar la glucosa al hígado (glucógeno hepático), cerebro y a todas las células del cuerpo.
Pero para que pueda entrar dentro de las células, la glucosa va a necesitar de la insulina excepto el cerebro y las células del tejido nervioso que reciben la glucosa directamente del torrente sanguíneo.


Pero para que pueda entrar dentro de las células, la glucosa va a necesitar de la insulina excepto el cerebro y las células del tejido nervioso que reciben la glucosa directamente del torrente sanguíneo.



¿Qué pasa cuando falta glucosa?

Cuando el nivel de glucemia está en 55 mg/dl o menos, empiezan unos síntomas de alerta. Estos síntomas no aparecen todos por igual, sino que varían dependiendo de la persona. El organismo pone en marcha una serie de mecanismos para revertir esta situación como es el aumento de la adrenalina, glucagón, cortisol...con la finalidad de movilizar las reservas de glucosa que existen fundamentalmente en el hígado.  Los signos de alarma más frecuentes son:



¿Qué pasa cuando hay un exceso?

La hiperglucemia tiene lugar cuando en pocos días la glucemia llega a valores de 250 mg/dl, o más. Nuestro cuerpo también reacciona ante este cambio emitiendo una serie de señales o síntomas algunos de los cuales son:



Cuando esto ocurre, se encuentra en orina glucosuria, cetonuria. Si estos valores persisten, hay un riego importante de descompensación diabética. Esta situación requiere atención médica urgente y se caracteriza por la aparición de náuseas y vómitos, inapetencia, empeora la fatiga y el olor a acetona es perceptible en la orina y en el vómito.


¿Qué es y para qué sirve la insulina?

Se trata de una hormona del aparato digestivo que tiene la misión de facilitar que la glucosa que circula en sangre penetre en las células. Es producida en el páncreas, en las células beta pancreáticas. Cuando se detectan los alimentos que contienen hidratos de carbono, se activan unos sensores y el páncreas empieza a producir insulina que libera directamente a la sangre.

Para que la insulina sea efectiva deben cumplirse dos condiciones:
1. Que el páncreas segregue insulina en cantidad suficiente
2. Que las células la identifiquen y permitan su acción

Cuando una de estas dos condiciones falla, la glucosa se acumula en sangre y tiene lugar la diabetes. Este fallo puede ser por predisposición genética, factor inmunológico, obesidad, o sedentarismo.


Tipos de diabetes

Dos de los tipos de diabetes más comunes son:

- Diabetes tipo 1: que es cuando el páncreas no produce insulina. Estos pacientes serán insulinodependientes.

- Diabetes tipo 2: el páncreas produce insulina, sin embargo, la insulina no funciona en el cuerpo como debería.

Por último, cabe decir, que hay otros tipos de diabetes como la gestacional, la cual se inicia en algunas gestantes durante el embarazo y desaparece tras el alumbramiento, la diabetes inducida por drogas o químicos, diabetes por enfermedades pancreáticas, endocrinopatías, desórdenes en los receptores de insulina o algunos síndromes genéticos.




 
A continuación os adjunto un documento orientador de la dieta que debería tener en cuenta un diabético. La dieta junto con el ejercicio son claves para llevar un control correcto de los niveles de glucemia.




Por últimos os dejo algunos enlaces a páginas que pueden mejorar y ayudaros a orientas un poco más vuestros conocimientos sobre esta enfermedad, una enfermedad en la que la presencia del personal de enfermería es fundamental, especialmente en atención primaria para detectar posibles nuevos casos y para el mantenimiento de los ya detectados.



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